Desde...XIX ( Volver...)

Por trabajo, he tenido que bajar a Valencia. Han sido 4 intensos días en los que no he dormido demasiado, he bebido más de lo habitual en mi, y he hablado tanto que he regresado afonica.

Tuve la oportunidad de compartir bufanda con un americano loco que intentó llevarme al huerto sin éxito para él, pero me hizo reir mucho y me levantó la moral, de manera que le estoy muy agradecida. Siempre es bueno que te tiren los trastos, te resaltan el ego y te sientes bien contigo misma. Que pena que pase tan poco, verdad?

De vuelta a la Madre Patria, me encontré con el Sol, que hacía bastante que no nos veíamos y dado su buen humor (le encanta España, las tapitas y las niñas con minifalda), decidió calentar algo más de lo normal para las fechas en las que estamos y me permitió pasear sin abrigo. Gracias.

Regresé a las calles con papeles y cacas de perro en las aceras. Que aprovecho para denunciar, porque al fin y al cabo, los perros no saben si pueden o si no, pero los que los sacamos a pasear si, igual que cuando le dices a un niño que no debe cruzar con el muñequito en rojo porque te puede pillar un coche (eres su responsable en ese momento educacional), pues debes hacer lo mismo con tu perro. Otra opción sería recolocar esas cacas en las casas de los dueños y al entrar que las pisaran...a ver qué gracia les haría. Bueno, en fin...que me disperso.....que he regresado al país de las rotondas (¿nadie se ha planteado darle un Nobel al señor Glorieta el próximo año?), de los cajeros nocturnos convertidos en Bed&Breackfast, los grafittis en las paredes de edificios oficiales y policias locales que no saben darte direcciones porque están desubicados (pero te sonrien si llevas escote).

Al país donde los guiris tienen derecho al botellón en la Plaza Mayor, pero nuestros adolescentes tienen que pagar una multa (o en su defecto, los padres de esos adolescentes), y los comas etilicos estan a la orden del día (verdad Monica?), y al país donde cada uno es libre de expresar su opinión libremente sin temor a represalias (remitámonos a los chicos que fueron juzgados por quemar las fotos de un monarca). He vuelto al país donde por encima de todo, creemos en el diálogo, y no nos liamos a golpes a la primera de cambio. (Que se lo digan al propietario de la moto). Y al pais donde la crisis no llega los domiguitos en la terraza del bar de la esquina.

He de decir, por eso...que me encanta mi país, me encanta que la gente reconozca mi acento y me muero de ganas de volver!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!